En casi todos los talleres o garajes hay un viejo martillo muerto, que fue heredado o comprado en un mercado de pulgas. Y la mayoría de las veces el instrumento "con experiencia", que ha visto mucho en su vida, ya cae en las manos, y no es práctico para el trabajo.
Sin embargo, cualquier cosa se puede restaurar si se desea, y el martillo no es una excepción. Muchos, seguramente, saben que antes los martillos estaban hechos de acero de buena calidad, por lo tanto, hoy en día valen su peso en oro. E incluso si el instrumento no se ve muy bien, todo se puede arreglar.
Cómo revivir un viejo martillo
En primer lugar, será necesario reemplazar el mango nativo, que hace tiempo que se secó y agrietó. En la siguiente etapa, tratamos con la cabeza del martillo: la rectificamos para que brille en una máquina rectificadora. Luego en el delantero hacemos dos cortes (longitudinal y transversal). Para esto, es mejor usar un taladro. Pegue un pequeño imán de neodimio en la "ranura" transversal.
Para la fabricación de un mango de martillo, es mejor elegir especies de árboles como el carpe, abedul, acacia o arce. Tenga en cuenta que la longitud del mango depende directamente del peso de la cabeza. Es decir, cuanto más pesado sea el martillo, más largo debe ser el mango.
Para sujetar el mango al martillo, se requiere una espiga de acero con un perno con un diámetro de 8 mm. Cortamos un trozo pequeño de la espiga y hacemos un pequeño corte en la tapa del perno. En un mango de madera, perforamos un agujero con un diámetro de 8 mm para la longitud de la espiga. En el lado del mango, perforamos un agujero para la tuerca cilíndrica.
En la última etapa del trabajo, ajustamos el mango y empujamos la cabeza del martillo sobre él. Luego inserte la espiga con la tuerca en el mango y apriete el perno. Para obtener más información sobre cómo restaurar un viejo martillo con sus propias manos, vea este video.